25/11/2014

La vigorexia, una adicción enfermiza a pasar horas dentro del gimnasio

Los médicos comparan esta enfermedad con la anorexia y bulimia

 

 

La excesiva preocupación por un cuerpo lo más agraciado posible hace que muchas personas recurran a dietas extremadas, a la cirugía estética o al ejercicio físico de una manera que sobrepasa los límites recomendados para el organismo.

Con el nombre de vigorexia se entiende una nueva forma de comportamiento, en cierto modo considerada como adictiva, cuyo denominador común es la práctica de ejercicio físico de manera continua y en su máxima intensidad. Se busca la figura perfecta que los cánones dominantes de la moda y el culturismo se han encargado de imponer.

En España, el 35% de la población acude con regularidad al gimnasio, donde la práctica de ejercicios físicos mantiene al organismo en una condición óptima. En ocasiones, se acude al gimnasio por recomendación médica para fortalecer determinados músculos, las articulaciones o, simplemente, liberarse de tensiones y preocupaciones.

La vigorexia no se limita sólo a lograr una exagerada musculatura tras horas y horas de gimnasio, sino que, con frecuencia, induce a tomar fármacos y sustancias perjudiciales para el organismo, como anabolizantes, sin pararse a meditar en las consecuencias a corto o largo plazo (como pueden ser lesiones cardiovasculares). Esta conducta puede llegar a convertirse en un trastorno obsesivo que requiere ayuda psiquiátrica, y que, en cierto modo, los médicos consideran comparable a la anorexia o la bulimia, pues comparten una misma obsesión por la aceptación social y lograr una figura corporal perfecta.

Aunque se presenta en los dos sexos, es mucho mas frecuente en el varón, y el patrón típico del vigoréxico es el de una persona que se controla el peso una o varias veces al día, se mira continuamente al espejo comprobando el estado de sus músculos, y se dedica de forma casi exclusiva a entrenar en el gimnasio descuidando otros asuntos.

La práctica habitual de deporte o frecuentar el gimnasio con regularidad no tiene nada que ver con la vigorexia, ni tampoco predispone a padecerla. Son conocidas las ventajas que aporta la práctica regular de ejercicio físico, pero la adicción comentada debe considerarse enfermedad.

 

Fuente: El Periódico Mediterráneo.