¿Conoces lo que comes? ETIQUETADO ALIMENTARIO

Leer las etiquetas correctamente y saber interpretarlas es una parte fundamental para conocer a fondo los productos que compramos y hacer así una buena selección.

 

A menudo me encuentro en consulta con la situación que no conocemos lo que comemos! Aunque esto parezca algo insólito puesto que prestamos mucha atención a las cremas que usamos sobre nuestra piel o cuidamos mucho el champú o el tejido de la ropa de nuestra familia, lo cual está muy bien por supuesto. Sin embargo cuando hablamos de nuestra alimentación, todavía hay algunas personas que no leen las etiquetas alimentarias de lo que ponemos en la cesta. Estoy segura que no lo hacen por dos razones principales, por la dificultad que presentan éstas al leerlas y porque confían en la industria alimentaria.

Algunos puntos a tener en cuenta a la hora de la compra si no te quieres pasar la tarde en el supermercado:

Todos los alimentos o productos de consumo alimentario están obligados por ley a llevar en su envoltorio una etiqueta con su composición  o ingredientes, resaltando aquellos que pueden provocar alergias y/o demás sintomatologías , su fecha de caducidad o de consumo preferente, el lugar de fabricación, su peso  y procedencia de sus ingredientes.

En cuanto a la etiqueta propiamente dicha luego de varios cambios en la legislación se ha determinado la presencia de nutrientes obligatorios y voluntarios.

Los obligatorios son:

Valor calórico total ( todos expresados en kcal/100g o 100ml de producto)

Cantidad de grasas

Cantidad de grasas saturadas

Cantidad de Hidratos de Carbono

Cantidad de azúcares simples

Cantidad de proteínas

 Fibra alimentaria

Sal

Los demás nutrientes como otros tipos de grasas, vitaminas, minerales , etc, son de carácter voluntario y el fabricante puede ponerlo o no; su presencia está determinada por ejemplo si el alimento es fuente de ese nutriente, tal es el caso de  la leche, cuya etiqueta tiene la cantidad de Calcio que contiene.

Además de las etiquetas existe la posibilidad de poner en los envases “frases” descriptivas de las cualidades del producto, las cuales en la actualidad (antes no) estás reguladas, existiendo un listado perfectamente establecido con 33 frases a las que denominamos “declaraciones nutricionales”. Así es como en algunos envases encontramos declaraciones como “rico en fibra”, o “bajo en grasas saturadas” o “bajo en sodio” … declaraciones que deben estar perfectamente justificadas. Esto es un alivio para los consumidores que hemos comprado alguna vez productos con declaraciones tan imposibles como un aceite de oliva con el cartel de “bajo en colesterol”, digo imposible porque esta precisamente una cualidad del aceite de oliva, es decir, no existe otro aceite de oliva “con colesterol” ya que esta molécula solo existe en derivados animales.

En el momento de la compra, también hay que tener en cuenta el color del envase, las fotografías , las palabras agregadas al nombre del producto, están perfectamente pensadas para “maquillar” el producto.

Si bien hay valores de referencias establecidos para cada nutriente cuando estamos comprando puede ser que no recordemos tantas cifras. De modo que :

Las cantidades que hay que mirar en una etiqueta, la kcal por 100 gramos, pensad todos que un adulto medio con peso adecuado debe consumir entre 2000 (mujeres) y 3000 kcal /día (hombres) sabiendo eso, puedes tener una buena referencia si un paquete de cacahuetes al horno de 200 g que tiene 1200 kcal es mucho o poco.

Lo segundo que hay que mirar es la Cantidad de grasas totales, como sabemos cuando es mucho? Una cucharada de aceite son aproximadamente 10 g, he visto galletas muy saludables con 20 g de grasas/100 g!

También hay que tener en cuenta los azúcares: 1 cucharada de postre tiene 5 -7 gramos de azúcar. Mira por ejemplo la etiqueta al yogur que compras.

Por último aconsejo mirar también la cantidad de sal, últimamente la tenemos un poco olvidada, hacemos mal ya que la hipertensión es una enfermedad muy extendida y casi desconocemos los valores de sodio en lo que consumimos diariamente, no debemos consumir más de 2,3 miligramos al dia de Sodio (ojo que esto o es sal) La sal de mesa contiene 40% de sodio, así que los 2,3 miligramos debemos consumir una cucharita pequeña de sal al día.

Claudia Guerrico

Nutricionista Psicoactúa